Año nuevo, vida nueva… ¡y nuevo idioma!
Cada inicio de año nos llena de energía y ganas de cambiar y mejorar. Los propósitos para el nuevo año son como pequeñas semillas que plantamos en nuestro interior, esperando que florezcan y den sus frutos.
¿Y qué mejor momento para plantar estas semillas que después de la Navidad? Con la familia reunida, los amigos cerca y el espíritu navideño en el aire, nos sentimos más conectados y con ganas de realizar actividades nuevas. ¡Vamos!